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Gastritis en perros: ¿Qué es y cómo prevenirla?

Si tu perro vomita con frecuencia, posiblemente requiera realizar una visita al veterinario con el objetivo de que le realice un chequeo general. Esto es importante, porque el vómito frecuente es el principal signo de alerta para la gastritis en perros. Aquí podrás obtener valiosa información sobre esta enfermedad y cómo prevenirla.

¿Qué es la gastritis?

Cuando un perro sufre de gastritis es porque el recubrimiento interno de su estómago, formado por mucosa, se inflama y esto ocasiona alteraciones en el correcto funcionamiento de su aparato digestivo.

Al igual que en las personas, en los perros el estómago funciona como un reservorio temporal para los alimentos, antes de ser trasladados al intestino delgado. Mientras se encuentran allí, se lleva a cabo la digestión con la participación de enzimas y ácidos que mezclan y trituran todos estos elementos para beneficiar al cuerpo con su aporte nutricional y energético.

Ahora bien, dicha inflamación conlleva la manifestación de una serie de síntomas muy molestos para tu mascota, pero en los cuales puedes poner tu atención para procurar una detección temprana y el oportuno tratamiento de esta enfermedad.

La gastritis en perros es una afección muy frecuente y está asociada a múltiples causas en función de su tipificación, ya que puede ser aguda o crónica. Pero en cualquiera de estos casos, los caninos pueden ser tratados y curados de forma efectiva, sin que esto represente un riesgo grave para su salud, más allá de los molestos síntomas durante su desarrollo.

Tipos de gastritis en perros

Como se mencionó anteriormente, la gastritis puede manifestarse de dos formas y en función de sus características se identifica como gastritis aguda o gastritis crónica.

A continuación se describen con detalle ambos tipos de esta enfermedad, con el objetivo de que conozcas cómo se manifiestan y esto pueda ser útil si en algún momento tu can necesita que lo lleves a una consulta médica.

Gastritis aguda

Este tipo de gastritis puede describirse como repentina y generalmente de corta duración. Se trata de una causa común del vómito en felinos y caninos, motivado por la inflamación que genera alguna agresión en su estómago.

En la mayoría de los casos, los animales que sufren de gastritis aguda no suelen enfermarse demasiado, pero existen ocasiones donde puede incrementarse el riesgo para su vida. Esto dependerá de las consecuencias del vómito, las cuales están sujetas a factores como la cantidad de alimento y fluidos expulsados, así como la causa que haya generado esta manifestación.

Gastritis crónica

Este tipo de gastritis se puede describir como persistente y de evolución lenta, la mucosa gástrica se inflama por un largo período de tiempo y el tratamiento usualmente aplicado ante la gastritis aguda no surte ningún efecto.

Cabe añadir que si una gastritis aguda no se trata adecuadamente y consigue empeorar, sus síntomas se agravan y entonces se convierte en una gastritis crónica superficial.

Esto ocurre con bastante frecuencia en caninos de todas las edades, pero especialmente en adultos. En este caso, es posible detectar pliegues sobre la mucosa gástrica en el estómago del perro y la inflamación de las células es muy evidente.

Asimismo, ante la evolución de una gastritis crónica puede generarse una gastritis crónica atrófica o una gastritis crónica eosinofílica, cuyas manifestaciones inflamatorias son aún más agresivas y requieren tratamiento especializado.

Conoce los síntomas

El síntoma más evidente de una gastritis es el vómito, usualmente acompañado por dolor abdominal. La consistencia del mismo suele presentar un color amarillento, similar a la mostaza por causa de la bilis, pero en ocasiones incluso pueden notarse tonalidades rojas u oscuras, si es que contiene sangre.

En cuanto a la frecuencia con la cual suelen vomitar los perros con gastritis, es variable, algunos lo hacen a diario mientras que otros pueden hacer solo una o dos veces por semana, cada dos o tres semanas.

Sin embargo, estos no son los únicos síntomas, existen otras manifestaciones que te ayudarán a detectar la gastritis en perros, tales como:

  • Náuseas o arcadas.
  • Falta de apetito.
  • Reducción de peso.
  • Diarrea.
  • Fatiga.
  • Debilidad.
  • Deshidratación.
  • Somnolencia.
  • Sangre en las heces.
  • Mucosas pálidas o amarillentas, el primer signo corresponde a una gastritis aguda donde puede haber pérdida de sangre, mientras que el segundo puede deberse a una gastritis crónica o la ingesta de toxinas.
  • Emisión frecuente de baba.
  • Especial interés por comer hierba.

Debes saber que no necesariamente van a manifestarse todos los síntomas, algunos están asociados a la aparición de otras complicaciones que suelen acompañar a la gastritis en perros. Pero ante la aparición de varios de ellos, es prudente que lleves a tu mascota a una consulta con el veterinario.

Causas y elementos de riesgo

Tal y como se ha mencionado antes, existen muchas causas que pueden generar una gastritis en perros. Sin embargo, la mayoría de ellas son comunes para la manifestación de un tipo u otro de esta enfermedad y son precisamente esas causas las que se describen a continuación:

La gastritis aguda se manifiesta cuando los perros ingieren sustancias dañinas, como pueden ser los siguientes casos:

  • Consumir alimentos en mal estado.
  • Ingerir sustancias tóxicas, como: veneno, medicinas para uso en seres humanos, herbicidas, entre otros.
  • Comer sin control, lo que suele conocerse como “darse un atracón de comida”.
  • Ingerir heces de otros animales.
  • Ingerir elementos extraños con materiales que no están en capacidad de digerir, como plástico, goma, tela u otros.
  • Infección por parásitos, bacterias o virus.
  • Enfermedades que comprometan órganos del cuerpo como hígado y riñón.
  • Estrés.

Si esta enfermedad no se trata oportunamente, podría desencadenarse una gastritis crónica. Las causas en este caso están asociadas al daño ocasionado en la mucosa gástrica tras permanecer inflamada durante un largo tiempo y afectar la flora bacteriana del sistema digestivo. También lo son:

  • La ingesta de materiales que no son digeribles por los perros, como: plástico, cuero, papel o cualquier cuerpo extraño.
  • Otras enfermedades como: parvovirus, cáncer, moquillo, alergias a los alimentos o afecciones de tipo hepático y renal.
  • Presencia de químicos en el ambiente, como pesticidas o fertilizantes.

Aunque esta enfermedad puede presentarse en cualquier perro, sin importar su edad. Suele ser más frecuente en aquellos que se encuentran descuidados, bien sea por vivir en las calles o por negligencia de sus dueños.

Diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad

El veterinario será el encargado de diagnosticar esta enfermedad en tu mascota, en función de su historia clínica y los síntomas que manifieste.

Para ello, el especialista indagará acerca de sus hábitos alimenticios y algunas conductas asociadas, tales como: hurgar en la basura, masticar objetos que no son comestibles, además de consultarte si tienes veneno de cualquier tipo en casa, cómo lo almacenas y si el animal sufre de otras enfermedades.

El diagnóstico se apoyará en un examen físico, donde podrán detallarse partes de su cuerpo como: boca, cuello, pelvis, abdomen y costados. Opcionalmente se puede realizar un análisis de muestra sanguínea para detectar sustancias tóxicas u otras afecciones que puedan estar presentes en el animal, las ecografías y radiografías también pueden realizarse si se sospecha que ha tragado un cuerpo extraño.

Por último, una biopsia de mucosa para determinar si se trata de una gastritis de tipo crónico y efectuar el tratamiento correspondiente, que iniciará con suspender la alimentación del perro por un tiempo que puede abarcar de 12 a 48 horas. El veterinario indicará si es necesario limitar también la ingesta de agua.

Posteriormente el perro deberá alimentarse en función de una dieta estricta, compuesta por raciones pequeñas y frecuentes, mientras dura el tratamiento. En caso de necesitarlo, se pueden recetar medicamentos y la cirugía solo será necesaria si el perro ha tragado un objeto extraño que no pueda expulsar por sí mismo.

La mayoría de las veces esta enfermedad tiene buen pronóstico, a excepción de los casos donde ha sido generada por cáncer u otras enfermedades del sistema inmunológico, cuyos riesgos son mayores.

¿Qué hacer si tu perro sufre de gastritis?

Si detectas que cualquiera de los síntomas anteriores se presenta con frecuencia en tu mascota, deberás llevarlo al veterinario lo más pronto posible.

El éxito de los tratamientos médicos depende en gran medida de la detección de la enfermedad y su aplicación oportuna.

Remedios caseros

No se trata de curar al perro por tu cuenta, siempre debes contar con la asesoría del veterinario, pero existen algunos alimentos que pueden favorecer a la recuperación del animal, gracias a su acción terapéutica.

Estos son: calabaza, ajo, arándanos rojos, remolacha asada y aloe vera. Incluirlos como parte de sus alimentos de forma adecuada o en jugos, puede ser favorable para su salud.

¿Cómo prevenir la gastritis?

Hay algunas acciones que puedes llevar a cabo para prevenir la aparición de la gastritis en tu mascota:

  • No permitas que robe comida de la basura.
  • Evita que el perro vague solo en tu vecindario.
  • Si tienes veneno o sustancias nocivas en casa, mantenlas lejos de su alcance.
  • Aliméntalo con moderación y evita los excesos.
  • Procura que mantenga una dieta especial y evita darle sobras de tus comidas.
  • Evita los alimentos que puedan causarle alergias.
  • Garantiza que reciba todas sus vacunas a tiempo.

Este artículo se ha realizado con fines informativos, se recomienda consultar con el especialista en animales ante cualquier signo o evidencia de esta enfermedad.

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